martes, 14 de agosto de 2012

Berserk #1. Guts el errante

¡Aquí os traigo la primera reseña de este blog! Le ha tocado al número uno de Berserk. Serie que comencé a leer hace un par de días atrás.

Berserk es una serie manga del género seinen creada a finales de los 80 por Kentaro Miura y con publicación hasta la fecha (La colección va por la treintena de tomos, eso sí). El trasfondo argumental nos sitúa en un violento contexto épico-medieval ficticio en el cual Guts, el protagonista, viaja de un lugar a otro persiguiendo objetivos que se irán revelando a lo largo de la historia.



El primer tomo, más que una introducción directa al mundo de Berserk, se trata de una introducción hacia el estilo del autor y al personaje principal: Guts. Las primeras viñetas ya nos muestran el estilo de Berserk en todo su esplendor: Una escena calenturienta de resultado grotesco. Comienzo fuerte, pero esto no es nada para lo que está por venir.

En este manga no se produce una situación de introducción al personaje, comienza como si la historia ya hubiese comenzado y estuviese avanzada (Realmente lo está, luego funciona a base de flashbacks) por lo que lo único que podemos saber de Guts es lo que nos transmite a través de las páginas: Un tipo serio, borde, fuerte, cruel, armado hasta los dientes y con unos ideales poco claros y egoístas. De igual forma transmite una imagen de ser un hombre atormentado, con fuertes pesares y que parece estar buscando algo de vital importancia para él. Este es Guts.

La historia de este primer tomo comienza con la llegada de Guts hasta la taberna de una ciudadela en donde unos bandidos están jugando a la diana con un elfo. Guts identifica a esos bandidos como siervos de un tipo al que anda buscando y les saca la información a base de flechazos y espadazos. Los bandidos cantan, el alcalde del pueblo se enfada con Guts y lo manda arrestar por haberse metido con los subordinados de un brujo al cual ofrecen personas como comida para que no destruya el pueblo. Guts es severamente castigado, azotado y encarcelado pero el amigo que se ganó unas páginas atrás (A muy pesar de nuestro protagonista dado que es un elfo cansino de nivel -10) lo marea un poco y le da sermones sobre lo que está bien lo que está mal. Mientras habla con el elfo, Guts revela su objetivo actual: Matar al brujo de la zona. Ese mismo brujo-serpiente también parece conocer a Guts y  llega hasta la ciudadela destrozando y arrasando con todo a su paso. Aquí de nuevo, y sobretodo en las escenas de batalla, el autor da rienda suelta a su arte gore y nos brinda una buena cantidad de imágenes poco agradables.Entre tanto, Guts escapa de la prisión, saca fuerzas de sí mismo y le planta cara al brujo. Ambos luchan en una encarnizada batalla con muchos giros. Al final de la misma, el brujo serpiente identifica un extraño símbolo en el cuello de nuestro protagonista como "la marca del sacrificio". Guts pregunta por "La mano de Dios". El brujo se revela como un vasallo de ese grupo y muere a manos de Guts. Aquí comienzan a aparecer los primeros enigmas de Berserk: La llamativa cicatriz del cuello de Guts y aquello que busca, "La mano de Dios".

Después de esto, Guts inicia su viaje fuera de la ciudadela y el autor aprovecha estos pasajes para dejarnos más intrigados con el tema de la marca: Unos demonios persiguen a nuestro protagonista, incluso en sueños. Las desgracias y los problemas no terminan de acaecer para todos aquellos que tienen contacto con Guts a lo largo de su viaje. Tras un peligroso y casi mortal encuentro en el bosque con fuerzas sobrenaturales y demonios varios, Guts sigue su viaje a duras penas hasta llegar a una nueva ciudad en donde cada dos por tres ejecutan "herejes" bajo las órdenes de un señor feudal nada humano. Al poco tiempo de llegar al pueblo, Guts le declarará la guerra e intercambiará unas cuantas páginas de luchas con sus siervos las resultantes persecuciones y el recorrido por la ciudad lo llevarán hasta la casa de un viejo y castigado ex-sirviente de palacio que pedirá a Guts que, por todos los medios, lleve a cabo su venganza contra el demoníaco señor feudal. Por último, este personaje enseña a Guts un objeto que lo dejará totalmente sorprendido y desencajado: El Behelit. 

La historia, en este primer tomo, pese a ser introductorio a medias y meternos algo de golpe en el mundo de Berserk, nos va explicando detalles y dándonos pistas poco a poco, lo que hace que los niveles de intriga y tensión en algunas ocasiones estén por las nubes. Parece que el autor tiene preparada una buena historia que contar, llena de detalles, secretos y recuerdos hacia el pasado. Cabe mencionar también que este no es el típico manga con situaciones difíciles que desencadenen en resultados positivos o ideales; además, tampoco cuenta con personajes idealizados o con un protagonista de moralidad correcta y buena dentro de los esquemas del típico héroe, es más bien un tipo borde y violento, llegando a ser algo cruel y reticente a veces. Guts es un enigma, aún quedan por saber muchas cosas de él; pero por lo pronto se podría decir que es un antihéroe. 

En cuanto al dibujo, se podría decir que a este primer tomo se le nota bastante el año en el que se dibujó, ya que bebe directamente de la estética manga de finales de los ochenta. El dibujo del autor, aunque preciso y bueno en el diseño de algunos personajes y objetos, se nota que es primerizo y algo cargado en algunas viñetas. En cuanto a las escenas y viñetas dinámicas de lucha, resultan ser un poco confusas. Por lo demás, el dibujo es bueno, a lo largo de la obra el autor lo irá perfeccionando con notorios progresos.


  • Lo mejor: El ritmo narrativo y los secretos y enigmas que el autor va desvelando poco a poco creando una buena trama llena de intrigas.

  • Lo peor: El dibujo, siendo algo primerizo en este primer tomo, da lugar a algunas viñetas cargadas que llevan a la confusión, sobretodo en los momentos de más acción. El personaje principal quizás no termina de ligar muy bien con el lector.

Un saludo!

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